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Es sencillísimo y fácil, con un solo clic ya lo tienes descargado en tu computador a fin de que lo puedas imprimir. En un formato simple, donde solo debes rellenarlo.
Recomendamos que asistas a un profesional del campo o bien letrado, por el hecho de que es el único que te puede asegurar que el contrato cumple con todas y cada una de las cláusulas legales que marca la LEY.
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¿Que es un contrato de compra y venta ad corpus?
Una forma simple de decirlo es: Cuando se vende un bien inmueble sin ser precisos los metros cuadrados de superficie que ocupa, así sea una casa, piso, piso, finca, etcétera,
En muchas ventas se efectúa el contrato con datos aproximado sobre los metros cuadrados, mas en ocasiones cambia un tanto cuando se miden de forma precisa.
Los tribunales aceptan esta figura jurídica, y solo va a poder demandar el comprador si la diferencia de esos datos es superior a la lógica, por poner un ejemplo en España ya ha sentencias que defienden que sobre el diez por ciento de alteración se puede demandar, si bien se firme esta cláusula.
Pero asimismo afecta a otros complementos que tenga la residencia, por ejemplo:
- ▹ El estado del inmueble en el instante de la firma del contrato: Por poner un ejemplo puede estar ruionoso.
- ▹ Servidumbres de paso.
- ▹ Estado de árboles, raíces y otras plantas que se hallen en el inmueble.
- ▹ Estado de las tuberías, cables eléctricos, enchufes, puertas, etc.
👉 Un contrato muy importante
Este género de contrato si bien semeja que solo puede perder el comprador no es la verdad, en ocasiones el vendedor vende un bien pensando que tiene una superficie y después resulta que es mayor.
En este caso esta cláusula ad corpus hace que amabas partes corran el peligro, puesto que puede existir una divergencia por exceso o bien defecto de la superficie del inmueble.
👉 De dónde viene el ad corpus
Esta cláusula cada vez ha de ser menos esencial, puesto que en nuestros días es muy simple medir las superficies con precisión.
Antiguamente era más bastante difícil medir la superficie precisa de una propiedad, especialmente si era un terreno o bien finca, poniendo esta cláusula, tanto el vendedor como el comprador podían hacer la compra y venta y dejar cerrado el contrato.
Esto viene de una temporada donde especificar de forma precisa las medidas de un inmueble con certidumbre era complicado, en otros tiempos se empleaban cadenas y también instrumentos ópticos para medir, algo siempre y en toda circunstancia producía un notable margen de fallo.
Por eso se deja firmar el contrato tomando que puede haber un fallo en la precisión de la superficie del bien, y que tanto el vendedor como el comprador aceptan este fallo y no lo van a demandar a la otra parte.
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